¡Te adoro,te alabo y te bendigo
Mi Padre,mi Dios,mi Amigo!
En días difíciles y complicados puedo sentir tu presencia
proveyendo fuerzas,aliento y cuidados.
Tú bien sabes que sin ti las energías decaen,
está ausente el ánimo,carezco de motivación,
y repetidas veces debo ahuyentar una gran enemiga:
¡la frustración!
Por mí misma jamás podría a la meta llegar.
A menos que yo te sienta a mi lado,que me tomas
de la mano¡y por la senda de la vida caminar!
Yo sé,por cierto,que cual hermano mayor,Maestro y
fiel amigo,siempre estás a mi lado,dándome paz,
alumbrando mi camino.
¡Por eso hoy,te alabo y te bendigo.
Mi Padre,mi Dios,mi Amigo!
(María Miranda-Estados Unidos-Biblia Devocional para la Mujer-N.V.I.-Ed.Vida)