“Reparen los portillos del templo dondequiera que se hallan las grietas
(2 Reyes 12:5)”
Un creyente armenio estaba enviando mercancía a una ciudad distante,era un cargamento de artículos valiosos por lo tanto el comerciante mismo acompañó la caravana.
Estas caravanas por lo general acampan de noche y esa es una oportunidad para que los bandoleros las ataquen.En el momento escogido,al abrigo de la noche,los curdos (bandoleros) se acercaron.Todo estaba extrañamente silencioso,parecía que no había guardias,pero cuando se acercaron más,encontraron unos muros altos que nunca antes habían existido.A la noche siguiente encontraron los mismos muros infranqueables.La tercera noche encontraron los mismos muros pero tenían grietas a través de las cuales entraron los ladrones.El capitán de la banda de curdos estaba tan aterrorizado por el misterio que despertó al armenio para preguntarle lo que significaba.Le contó como su banda había intentado robarles;cómo habían encontrado los muros altos alrededor de la caravana las primeras noches y cómo esta noche habían podido entrar a través de grietas.“Si usted nos dice cuál es el secreto de todo esto, no lo molestaremos” dijo el capitán.
El mismo comerciante estaba perplejo. "Amigos-dijo-,yo no he hecho nada para levantar muros a nuestro alrededor.Lo único que hago es orar todas las noches,entregándome a Dios yo mismo y a los que andan conmigo.Yo confío en Él por completo para que me guarde de todo mal;pero esta noche estando muy cansado y soñoliento,hice una oración más bien indiferente, esa debe ser la razón por la que ustedes pudieron entrar”.
Los curdos se sintieron abrumados por el testimonio.En aquel momento aceptaron al Señor Jesucristo como Salvador,pero el armenio nunca olvidó la grieta en el muro de su oración.
Estas caravanas por lo general acampan de noche y esa es una oportunidad para que los bandoleros las ataquen.En el momento escogido,al abrigo de la noche,los curdos (bandoleros) se acercaron.Todo estaba extrañamente silencioso,parecía que no había guardias,pero cuando se acercaron más,encontraron unos muros altos que nunca antes habían existido.A la noche siguiente encontraron los mismos muros infranqueables.La tercera noche encontraron los mismos muros pero tenían grietas a través de las cuales entraron los ladrones.El capitán de la banda de curdos estaba tan aterrorizado por el misterio que despertó al armenio para preguntarle lo que significaba.Le contó como su banda había intentado robarles;cómo habían encontrado los muros altos alrededor de la caravana las primeras noches y cómo esta noche habían podido entrar a través de grietas.“Si usted nos dice cuál es el secreto de todo esto, no lo molestaremos” dijo el capitán.
El mismo comerciante estaba perplejo. "Amigos-dijo-,yo no he hecho nada para levantar muros a nuestro alrededor.Lo único que hago es orar todas las noches,entregándome a Dios yo mismo y a los que andan conmigo.Yo confío en Él por completo para que me guarde de todo mal;pero esta noche estando muy cansado y soñoliento,hice una oración más bien indiferente, esa debe ser la razón por la que ustedes pudieron entrar”.
Los curdos se sintieron abrumados por el testimonio.En aquel momento aceptaron al Señor Jesucristo como Salvador,pero el armenio nunca olvidó la grieta en el muro de su oración.
¿Hay una grieta en tu lugar de encuentro con Dios?
(Manantiales en el desierto - devocionales)
