Hoy me dí cuenta que no solo puedo sentir a Dios, sino que también lo puedo ver.Me preguntaba como era posible sentir su corazón sin verlo,hasta que me encontré descansando en su regazo y allí entendí lo inmenso que Es y lo finita que es mi visión para abarcar todo Su Ser Hermoso. Él me invitó a abrir mis ojos espirituales y vi mi cabeza sobre su pecho infinito y allí entendí el porqué sentía el latir de su corazón misericordioso sobre mi.
celeste.
Padre Celestial: Reconozco que necesito renovar mi vida por medio de Tu Palabra. Hoy tomo la determinación de creer, de todo corazón, cada una de las promesas que has dejado para mí. Enséñame a meditar Tu Palabra, porque Ella es la que renovará mi manera de pensar, haciendo de mi una persona victoriosa.
Espíritu Santo, enséñame a ejercitar la capacidad de pensar positivamente para dar a cada día un rostro de bendición, crecimiento y prosperidad, en lo personal, familiar y ministerial. Quiero soñar Tus sueños, oh Dios mío; así como Abraham se atrevió a confiar en Ti, a pesar de las circunstancias y puso su fe en Ti, quiero yo vivir también esa experiencia que me transforme definitivamente. Quiero ver tus milagros. Obra en mí, te lo ruego en el Nombre de Cristo Jesús. Amén.
Espíritu Santo, enséñame a ejercitar la capacidad de pensar positivamente para dar a cada día un rostro de bendición, crecimiento y prosperidad, en lo personal, familiar y ministerial. Quiero soñar Tus sueños, oh Dios mío; así como Abraham se atrevió a confiar en Ti, a pesar de las circunstancias y puso su fe en Ti, quiero yo vivir también esa experiencia que me transforme definitivamente. Quiero ver tus milagros. Obra en mí, te lo ruego en el Nombre de Cristo Jesús. Amén.
(Claudia Castellanos / La mujer en el ministerio)
