GRACIAS

Primeramente le digo GRACIAS a Papá Dios por permitirme
este medio, y GRACIAS a quellos que han entrado ya varias veces.
Aquí les dejo lo que hoy es alimento para mi alma.Bendiciones.







18.8.08

Un Cristiano al revés.

Ilumíname, Señor, para que mi mente espiritual pueda ver según el nuevo lente de tu Espíritu Santo

Debo preocuparme por no ser un cristiano «al revés». El mundo a mi alrededor está empeñado en trastornar y distorsionar mi vida. Para que esto no suceda debo usar los lentes correctivos divinos, que necesito aprender a utilizar. Los judíos de Tesalónica se quejaron de que Pablo y Silas habían «trastornado al mundo entero» (Hechos 17:6). ¿Pero según cuál punto de vista? Según sus críticos el evangelio de Pablo parecía locura. Así como a Oseas, a Pablo se le llamó «necio» y «loco» (Oseas 9:7). En cambio desde el punto de vista divino Pablo y Silas tenían el enfoque correcto y eran instrumentos para corregir lo trastornado.
He visto, Señor, que cuando mi fe flaquea y mi amor se enfría es demasiado fácil dar excusas por mi situación. Hasta logro comprender cómo Judas llegó a vender a su maestro. ¡Es demasiado fácil «usar mal» la lógica para defender o comprobar la incredulidad! Para el hebreo mundano era muy sencillo ver la «belleza» de Egipto y el «encanto» de Asiria. Además seguramente descubrió más de un centenar de «razones» para abandonar a Pablo. Si escojo el camino del mundo me sobrarán «razones» para seguir ese camino.
Señor, ayúdame a distinguir entre lo derecho y lo torcido. Los «lentes» del mundo y del hombre natural son torcidos, averiados y opacos. Ilumíname, Señor, para que mi mente espiritual pueda ver según el nuevo lente de tu Espíritu Santo. No permitas que sea víctima del consejo del mundo: «ser razonable y sensible», ya que lo «razonable» para el mundo es la tontería más absurda para ti. «El mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría» (1 Corintios 1:21 rvr). ¡Dios mío, prefiero ser más bien un «necio» y un «loco» desde el punto de vista del mundo, si eso te glorifica a ti!

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos, dice el Señor. Isaías 55:8

Tomado de Celebrando a diario con el Rey, de W. Glyn Evans, ©DCI, Desarrollo Cristiano Internacional, 1996.